Peatonales pioneras en el país
Fueron
las primeras del país y hasta la fecha, las más extensas. Cuenta con un
recorrido totalmente heterogéneo e invita al descanso en cada cazuela
Planificadas
en 1971 y construidas dos años después, de las cinco calles dispuestas en cruz
invertida, se irán agregando otras hasta el nuevo siglo. El proyecto inicial
fue de Hugo Taboada, pero quien continuó y dio identidad a las peatonales fue
Miguel Ángel Roca.
Pero
no solo tenemos el orgullo de tener las primeras, sino también las más largas,
con sus actuales 26 calles peatonales, más las semi peatonales[1] que sumarían 6 calles
más.
Hay
que resaltar la importancia de estas, la idea del paseo peatonal, es liberar el
tránsito de personas, los peatones, para hacer seguro y agradable su andar por
el Centro Comercial, pero también ayudan a la preservación del
espacio y edificios históricos, como lo fue en el 2000, cuando se nombró a
la Manzana Jesuítica como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, y
desde entonces convirtieron en peatonal la muy transitada calle Caseros.
Si
hay algo que caracterice a nuestras peatonales, es su gran variedad y el hecho
se no seguir un modelo común. Podemos encontrar pérgolas sosteniendo las
maravillosas “Santa Rita”, florecidas todo el año y a las cuales tenemos que agradecerle
la frescura que otorgan en verano, el colorido y ese microclima que prevalece
durante todo el año. Tenemos cazuelas que forman alamedas, que siempre sirven
de asientos para los cansados paseantes y trabajadores en su tiempo de
descanso, tenemos un adoquinado por buena parte del Centro Histórico, y debajo
de los edificios que representan la historia cordobesa se realizó una técnica
de rebatido hecha en mármol blanco que emula las figuras del Cabildo, la
Catedral, la Legislatura, el museo de la UNC y el Colegio Nacional de
Monserrat.
Buena
parte de las obras de la peatonal, se la debemos al arquitecto Miguel Ángel
Roca, quien comenzó allá por los ’70 con las obras del pergolado con forma de
bóveda y arcos de medio punto, que trata de seguir las líneas del Cabildo. Cada
columna que sostiene la pesada estructura descansa en una cazuela que sirve de
asiento para los transeúntes.
Entre
las especies que contienen estos pasajes encontramos jacarandaes en Rivera
Indarte, 9 de Julio o sobre 25 de Mayo, algarrobos y especies del bosque nativo en
la plazoleta del Fundador, álamos sobre Obispo Trejo o la Dean Funes, palos
borrachos, un añejo ceibo que decora la esquina de 27 de abril y Trejo, en cuya
base está la placa que recuerda al Cura Brochero.
Así son nuestras peatonales, hechas para disfrutarlas
y para el rescate de la cultura cordobesa.
[1] Por semi peatonal tomamos
a las calles vedada a cierto tipo de transporte o que se cortan
intermitentemente en ciertos días u horarios, así como la San Martín, con su
“Paseo de la fama”, o las calles que rodean el Paseo de las Artes, que cada fin
de semana es visitado por miles de cordobeses y turistas.
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