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lunes, 9 de abril de 2018

Relojes en el centro

Cómo se marcaban los tiempos en la ciudad


Si bien Córdoba fue una de las primeras ciudades en tener un reloj público mecánico, los cordobeses debieron pasar mucho tiempo para tenerlo en la plaza principal.

La modernidad que el jesuita Hans Roth trajo en 1734 fue casi de uso exclusivo de la orden de la Compañía de Jesús, ya que se encontraba funcionando en una de las torres de su iglesia, mirando hacia adentro de los claustros de la universidad. Fabricado en Suiza, representaba la mayor tecnología vista en estas tierras y sólo los curas tenían la capacidad para hacerlo funcionar por un sistema de pesas y poleas.























Reloj Jesuita en las galerías del Museo de Arte Religioso Juan de Tejeda


Tras la expulsión de la orden de América, buena parte de su patrimonio en Córdoba fue desarmado y repartido entre instituciones, templos y algún que otro particular. La iglesia Mayor (Catedral) recibió, en tiempos de su consagración, algunos ornamentos, como la imponente puerta cancel que conserva hasta la actualidad; un maravilloso tabernáculo tallado en cedro paraguayo con policromados y dorado a la hoja, que hoy puede verse en Villa de Tulumba, y finalmente el reloj, llegado recién en 1853.

No hay muchos datos sobre si funcionó verdaderamente en la Catedral o fue parte del decorado. Lo cierto es que no había en la ciudad nadie con los conocimientos para hacerlo funcionar. Allá por 1930, el padre Pedro Grenón junto con un grupo de especialistas mandaron a hacer los repuestos faltantes, pero aun así no hubo manera de revivirlo. Finalmente, ante la frustración, se compró en Inglaterra el reloj que se observa en la Catedral, el cual se colocó el 28 de febrero de 1944.


Dibujo del Padre Grenon sobre las antiguas campanas de la iglesia Catedral
Colección Museo Juan de Tejeda



En los primeros tiempos funcionó por un sistema de pesas y péndulo, que se accionaba cada cuatro días, y en los últimos años con un sistema automático, que combina con un teclado y una memoria que acciona las melodías de las campanas que suenan en distintos horarios y en eventos especiales de la iglesia.






Sistema actual de programación para las campanas de la Catedral cordobesa,
el teclado se usa para tocar melodías (originalmente contenía unas 27 grabadas) y el aparato de la imagen de abajo se usa para grabarlas y programarlas, al igual que las horas. Este sistema se introdujo junto con las nuevas campanas de la torre sur, las pequeñas de sonido agudo, y el nuevo sistema de golpe neumático para accionar las campanas históricas de la torre norte, todas éstas en 2011




Aun hoy, profesionales y aficionados que se acercan al Museo de Arte Religioso Juan de Tejeda, ven las maquinarias del antiguo reloj jesuita y se entusiasman con la idea de verlo en acción nuevamente.


Sebastián Zapata






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