Cómo se marcaban los tiempos en la ciudad
Si bien Córdoba fue una de las primeras ciudades en tener un
reloj público mecánico, los cordobeses debieron pasar mucho tiempo para tenerlo
en la plaza principal.
La modernidad que el jesuita Hans Roth trajo en 1734 fue
casi de uso exclusivo de la orden de la Compañía de Jesús, ya que se encontraba
funcionando en una de las torres de su iglesia, mirando hacia adentro de los
claustros de la universidad. Fabricado en Suiza, representaba la mayor
tecnología vista en estas tierras y sólo los curas tenían la capacidad para
hacerlo funcionar por un sistema de pesas y poleas.
Reloj Jesuita en las galerías del Museo de Arte Religioso
Juan de Tejeda
Tras la expulsión de la orden de América, buena parte de su
patrimonio en Córdoba fue desarmado y repartido entre instituciones, templos y
algún que otro particular. La iglesia Mayor (Catedral) recibió, en tiempos de
su consagración, algunos ornamentos, como la imponente puerta cancel que
conserva hasta la actualidad; un maravilloso tabernáculo tallado en cedro
paraguayo con policromados y dorado a la hoja, que hoy puede verse en Villa de
Tulumba, y finalmente el reloj, llegado recién en 1853.
No hay muchos datos sobre si funcionó verdaderamente en la
Catedral o fue parte del decorado. Lo cierto es que no había en la ciudad nadie
con los conocimientos para hacerlo funcionar. Allá por 1930, el padre Pedro
Grenón junto con un grupo de especialistas mandaron a hacer los repuestos
faltantes, pero aun así no hubo manera de revivirlo. Finalmente, ante la
frustración, se compró en Inglaterra el reloj que se observa en la Catedral, el
cual se colocó el 28 de febrero de 1944.
Dibujo del Padre Grenon sobre las antiguas campanas de la
iglesia Catedral
Colección Museo Juan de Tejeda
En los primeros tiempos funcionó por un sistema de pesas y
péndulo, que se accionaba cada cuatro días, y en los últimos años con un
sistema automático, que combina con un teclado y una memoria que acciona las
melodías de las campanas que suenan en distintos horarios y en eventos
especiales de la iglesia.
Sistema actual de programación para las campanas de la
Catedral cordobesa,
el teclado se usa para tocar melodías (originalmente
contenía unas 27 grabadas) y el aparato de la imagen de abajo se usa para
grabarlas y programarlas, al igual que las horas. Este sistema se introdujo
junto con las nuevas campanas de la torre sur, las pequeñas de sonido agudo, y
el nuevo sistema de golpe neumático para accionar las campanas históricas de la
torre norte, todas éstas en 2011
Aun hoy, profesionales y aficionados que se acercan al Museo de Arte Religioso Juan de Tejeda, ven las maquinarias del antiguo reloj jesuita y se entusiasman con la idea de verlo en acción nuevamente.
Sebastián Zapata
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